Aprender inglés: una alternativa para los casos de fracaso escolar
Nos guste o no, España está a la cabeza de Europa en términos de fracaso escolar. Los datos que recogen tanto la Oficina europea de estadística Eurostat como la Unesco así lo demuestran. Uno de cada tres jóvenes españoles de entre 15 y 24 años dejó sus estudios antes de acabar la enseñanza secundaria, frente a la media europea que es uno de cada cinco. El 24,9 % de los jóvenes españoles de entre 18 y 24 años no cursaban ningún tipo de ciclo educativo ni de formación en 2012, lo que coloca a España a la cabeza de la Unión Europea en abandono escolar. Y un dato curioso, el fracaso escolar afecta más a los chicos que a las chicas: el 28,8 % de los chavales de entre 18 y 24 años dejaron prematuramente sus estudios en 2012, mientras que ese problema afectó a un 20,8 % de las chicas en el mismo tramo de edad.
Tampoco los jóvenes españoles lo tienen fácil en cuanto a inserción laboral. El nuestro es un país duramente golpeado por la crisis, y las cifras de paro juvenil, es decir, de jóvenes menores de 25 años, también son preocupantes. Este año pasado el paro juvenil superó el 55%, sumando más de 930.000 jóvenes desempleados, en su mayoría de entre 20 y 24 años. En este sentido, hay que tener en cuenta que si un alumno carece del título de Graduado de la ESO no puede acceder a la Formación Profesional reglada de grado medio o superior, por lo que las consecuencias del fracaso escolar se agudizan al cerrarse la posibilidad de los chavales a acceder a estos estudios enfocados al desempeño de una profesión técnica o artística con salidas laborales más a corto plazo.
¿Qué es exactamente el fracaso escolar?
El fracaso escolar se produce cuando un alumno consigue un bajo rendimiento académico, y en sus pruebas de conocimientos y capacidades no demuestra el nivel necesario para obtener el título de secundaria obligatoria. El porcentaje de fracaso escolar corresponderá entonces a la cantidad de alumnos que abandonan la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) a los 16 años, sin haber conseguido el título, por no haber aprobado sus asignaturas. Esto, en términos estadísticos. Pero yendo a cada caso concreto, y sobre todo si dentro de casa nos encontramos con esta problemática porque alguno de nuestros hijos no consigue obtener rendimiento académico, nos vamos a hacer muchas preguntas. Porque no es extraño que alguna vez los chavales no aprueben una asignatura, sobre todo aquéllas con las que no se sientan cómodos, pero ¿y si esto ocurre de manera frecuente y de forma en la que creemos se puede poner en riesgo su futuro? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo podemos prevenirlo?¿Cómo podemos ayudar para encontrar una solución?
El fracaso escolar es complejo de tratar, de entrada su nombre ya es dramático, y sus causas pueden ser múltiples. ¿Qué puede estar influyendo en los resultados que obtienen nuestros hijos para que de forma reiterada no aprueben sus exámenes? Malos hábitos de estudio, prácticas pedagógicas inadecuadas tanto en el ámbito escolar como familiar, trastornos emocionales, capacidad intelectual significativamente por encima o por debajo de la media, el deseo de independencia propio de los chavales de Secundaria. Estas pueden ser algunas de las causas. Sin duda, desde dentro de casa deberemos intentar mejorar la comunicación con nuestros hijos con costumbres y habilidades que ayuden a prevenir ese bajo rendimiento escolar, dialogando con ellos, estimulándoles, escuchándoles y ofreciéndoles alternativas. Será importante fomentar un contexto familiar basado en la confianza, el afecto y la comprensión, considerándoles como adultos responsables capaces de comprometerse y saber acatar ciertos límites y normas. También podemos intentar poner remedio acudiendo al orientador del centro en el que estudie nuestro hijo, que nos aconsejará sobre posibles apoyos psicopedagógicos. Y por supuesto deberemos plantearnos soluciones y alternativas prácticas que proponer a nuestros hijos cuando éstos no consiguen pasar la enseñanza secundaria.
El inglés, una alternativa con muchas posibilidades
Una buena solución para aquellos alumnos que han fallado en los estudios, que no aprueban sus exámenes para sacarse el Graduado de la ESO o que simplemente no saben si hacer el Bachillerato y no tienen claro todavía por qué carrera o enseñanza de grado superior decantarse, es aprovechar este punto muerto en su vida académica para aprender inglés, un idioma al que van a sacar un extraordinario rendimiento tanto personal como profesional y que les será de gran utilidad sean cuales sean sus expectativas laborales de cara a un futuro. Como el punto fuerte de este perfil de jóvenes no va a ser precisamente el estudio, no se tratará de ofrecerles como alternativa un simple curso de inglés, sino de proponerles opciones que requieran un mayor grado de madurez por su parte, que les resulten atractivas y todo un reto vital.
Trabajar en el extranjero puede ser una alternativa muy conveniente en el caso de que nuestros hijos tengan los problemas académicos antes mencionados. Porque al vivir en un país de habla inglesa harán una inmersión lingüística que les permitirá aprender el idioma, y además será la manera de que, al autofinanciarse y pagarse ellos sus propios gastos, ganen en independencia y autoconfianza, adquiriendo habilidades sociales que les van a enriquecer y ayudar a madurar. Una gran experiencia muy adecuada, además, para contribuir a la importante decisión sobre qué hacer con su vida y durante la cual decidir a qué quieren realmente dedicarse en un futuro. En este artículo os ofrecemos más información sobre las ventajas de salir a trabajar al extranjero.
Otra buena alternativa si vuestros hijos tienen dificultades a la hora de aprobar sus asignaturas de secundaria, y no quieren perder todo un curso del Instituto, es realizar un año académico en Estados Unidos. Esto les va a suponer avanzar en sus estudios, ya que luego van a poder convalidar sus asignaturas, ya que el Ministerio de Educación convalida a los estudiantes internacionales el año de estudios en Estado Unidos. Siendo alumno de un High School americano tendrán una amplia gama de asignaturas de letras y ciencias, y además estos centros ofrecen una gran cantidad de actividades extracurriculares y también deportivas. Pasar un año completo en un colegio americano será todo reto para ellos, y sin duda también una experiencia por la inmersión lingüística que va a suponer, por la variedad cultural del alumnado, además del hecho de descubrir otra cultura y otras costumbres.
Para realizar un año académico en Estados Unidos lo más conveniente será contratar esta clase de producto a través de una empresa que se adapte a nuestros recursos económicos y la edad en cuestión de nuestro hijo, y que nos gestione el alojamiento que tendrá una vez allí, ya sea con una familia nativa, en una residencia o en un apartamento de estudiantes. También nos deberán garantizar orientación sobre las asignaturas que nuestro hijo deberá elegir en función de cuáles sean sus necesidades, que nos ayuden con todo el proceso de convalidación, así como con la tramitación del expediente en el Ministerio de Educación. Además será también muy importante que nos garanticen un seguimiento y apoyo personal durante todo el curso, ya que para el caso concreto de estos alumnos que necesitan mejorar su rendimiento académico necesitaremos el compromiso de un servicio con la máxima calidad y garantía.