Estudiar inglés en Estados Unidos: la forma de aprovechar un año académico si no superas la Selectividad

¿Qué opciones tiene un estudiante si no supera la prueba de Selectividad? ¿Y si lo que ocurre es que no consigue la nota necesaria para acceder a la titulación que desea o ya no quedan plazas? ¿Qué hacer cuando un alumno, aunque haya pasado la Selectividad, no sabe exactamente por qué estudios decidirse? En casos como estos, cuando se corre el riesgo de que un estudiante se desvincule de su itinerario académico, hay que tener en cuenta que existen alternativas para que puedan continuar su formación. Y de hecho, en esta encrucijada que va a significar para ellos la prueba de Selectividad, van a tener la opción de, por un lado, seguir ramas técnicas de estudios como la Formación Profesional, y por otro, acceder a la Universidad por otras vías alternativas como realizar estudios en el extranjero.

Durante estos días, muchos alumnos se preparan para su examen de Selectividad de junio, aunque algunos todavía tendrán que esperar a septiembre hasta aprobar sus asignaturas pendientes de Bachillerato. Los datos del año pasado demuestran que son muchos los alumnos que quieren realizar estudios universitarios. Un total de 278.475 estudiantes, según el INE, se presentaron en 2012 a los exámenes de Selectividad, lo que supuso un incremento del 2,6 % respecto al año anterior. Concretamente en la convocatoria de junio del año pasado se presentaron 198.644 alumnos, de los cuales aprobaron el 90,7 %. En septiembre, en cambio, la cifra de aprobados disminuyó, y de los 45.666 alumnos presentados, pasaron la prueba tan solo el 73,6 %.

La encrucijada de la Selectividad: todo un reto para muchos alumnos
Tal y como reflejan estos datos, existe aproximadamente un diez por ciento de estudiantes que no superan la Selectividad en la convocatoria de junio. Estos alumnos se enfrentan cada año a la difícil decisión de cómo continuar su trayectoria académica. Una opción es repetir la Selectividad en septiembre, junto con aquellos estudiantes que aprobaron sus asignaturas pendientes de Bachillerato después del verano, y con quienes desean mejorar la nota obtenida en junio. Septiembre significa para estos alumnos una nueva posibilidad para acceder a la Universidad, ya que las universidades españolas abren sus procedimientos de matriculación tanto en junio como en septiembre. Eso sí, hay dos datos a tener en cuenta: por un lado, el porcentaje de estudiantes que no pasan esta prueba llega hasta casi un treinta por ciento, y por otro, está el hecho de que quienes aprobaron en junio ya han realizado con anterioridad su matrícula universitaria y esto puede afectar al número de plazas disponibles de una determinada titulación.

¿Qué hacer entonces cuando no se consigue pasar la Selectividad en septiembre? Una de las opciones es iniciar estudios en otras enseñanzas cuyo acceso no requiere aprobar la Selectividad. Pero, ¿y si lo que el estudiante no tiene claro es exactamente qué estudios seguir o qué carrera elegir? O en cambio, sí lo tiene claro, pero no le ha llegado la nota o no ha superado la prueba de Selectividad. La cuestión importante aquí va a ser que el alumno no pierda todo un año de estudios a la espera de presentarse de nuevo al examen de Selectividad o al siguiente proceso de matriculación. Por eso, una buena alternativa para aprovechar todo un año de estudios es decidirse por realizar un curso académico en Estados Unidos, porque será la mejor forma de aprender inglés, estudiándolo y viviéndolo en el país donde se habla, y convalidando de paso los estudios allí realizados. Además, quienes suspenden la Selectividad en septiembre también tienen la opción de probar a cursar el primer año universitario en alguna Universidad americana, para de esta manera, estudiar una carrera que les interesa, cursando algunas asignaturas que luego podrán convalidar. Incluso quienes han aprobado la Selectividad y andan desorientados porque aún no saben qué estudios realizar pueden probar esta alternativa de estudiar en una Universidad norteamericana.

Razones para estudiar un año en Estados Unidos
Cuando un estudiante cursa un año académico completo en Estados Unidos, la principal ventaja que obtendrá va a ser dominar el inglés, con un nivel muy superior al exigido en cualquier prueba o entrevista de trabajo, gracias a la inmersión lingüística que va a realizar durante todo un curso. Además, estudiar en un High School, que es el equivalente a la ESO y al Bachillerato en España, o en una Universidad americana, va a darle la oportunidad de enriquecerse culturalmente al interactuar día a día con estudiantes de diversos orígenes y culturas, conviviendo en un país extranjero con otro sistema escolar, adquiriendo nuevos conocimientos durante las horas lectivas y haciendo nuevas amistades dentro y fuera de clase. Una oportunidad única para estudiar inglés y conocer de cerca la cultura americana, sus costumbres, sus tradiciones y también su ocio. Eso sí, para que esta experiencia resulte un éxito, es importante que, además de tener un buen nivel de inglés, el estudiante esté motivado para aceptar un cambio, temporal pero profundo, en su manera de vivir.

¿Qué servicios debe ofrecer un programa de Año Académico en Estados Unidos?
Para contratar esta clase de servicio, vamos a tener que buscar una empresa que ofrezca programas académicos en Estados Unidos, pero antes de decidirse hay que elegir cuidadosamente, que se trate de una empresa solvente y que nos garantice un servicio de calidad. Será muy importante aclarar la letra pequeña, es decir, qué servicios se incluyen o no en el programa, y hasta qué punto se adaptan a nuestras necesidades y recursos económicos. Los servicios básicos que suelen incluirse en esta clase de programas son asesoramiento sobre la elección de asignaturas y su convalidación, todo lo relativo al alojamiento bien en estancia con una familia nativa o bien en una residencia o internado, además de la matriculación en un High School público o privado, así como en una Universidad, aquí lo importante será que nos garanticen que el centro está cerca del lugar de residencia.

Otros servicios que deberemos verificar si están incluidos o no en el precio del programa, y que van a resultar también muy necesarios, serán: la gestión del visado para un año académico, los trámites para convalidar los estudios en España, el expediente académico norteamericano, seguro médico y de asistencia, todo lo relativo a vuelos de ida y vuelta desde España a Estados Unidos o transfers del aeropuerto al alojamiento, así como los gastos en libros de texto o comidas en el centro escolar. Y por supuesto, al tratarse de una larga estancia en la que el estudiante va a estar muy lejos, siempre vamos a requerir asistencia personal, apoyo constante y consejos de un responsable local, además de contacto y evaluación regular, para conocer a través de informes mensuales el aprovechamiento académico y adaptación cultural de estos alumnos.