
¿Por qué elegir la inmersión lingüística para que tus hijos aprendan inglés este verano? Te damos algunas razones, y algunos consejos
Se acerca el verano, y muchos empezamos a decidir ya opciones, destinos y fechas para pasar las vacaciones. Los que tenemos hijos queremos pasar con ellos nuestras pocas semanas de descanso. Pero ocurre que los niños y los chavales tienen muchos meses de vacaciones, y hay que pensar qué alternativas ofrecerles, porque pasar todo el verano en la ciudad puede ser muy duro y aburrido para ellos. Si tenemos la posibilidad, una buena idea es aprovechar el verano para que estudien inglés. No se trata de meterles en clases, que seguro van a rechazar, es verano y el colegio o el instituto se han acabado. Se trata de proponerles algo mucho más atractivo: viajar a Estados Unidos y pasar un mes disfrutando de un nuevo estilo de vida, conviviendo con una familia norteamericana. Toda una experiencia, que además, será la mejor manera de que aprendan inglés.
Sin duda, uno de los factores principales que los padres vamos a tener en cuenta a la hora de decidirnos por esta opción es el coste. Porque una estancia en Estados Unidos, de un mes mínimo, con vuelos y régimen de pensión completa, no va a salir barato. Seguro que a muchos padres os apetece mandar a vuestros chicos al extranjero, porque es una oportunidad muy apetecible, ellos aprenderán y vosotros tendréis la posibilidad de trabajar los meses de verano sin hacer malabarismos al tratar de que los chavales estén entretenidos. Un buen consejo es ahorrar a lo largo del año para, cuando llega el verano, poder ofrecer a nuestros hijos esta oportunidad. Pensad que, en vez de invertir por ejemplo en clases de idiomas durante el año lectivo, os va a salir más a cuenta destinar esos recursos en hacer una inmersión total en vacaciones, porque vivir durante un mes en el extranjero, con una familia nativa, va a tener muchas más ventajas para ellos.
Ventajas de la inmersión lingüística en Estados Unidos
Vivir en un país donde todo a su alrededor va a ser en inglés, va a ser muy beneficioso para nuestros hijos. El hecho de que estén escuchando constantemente este idioma, les facilitará su aprendizaje. Desde el momento en que se levanten y desayunen con la familia que les acoge, hasta que llegue la hora de la cena, estarán expuestos al inglés, de una forma natural y cotidiana. Conviviendo como un miembro más de la familia, relacionándose a diario con sus nuevos familiares, con los nuevos compañeros que irán conociendo, participando en actividades, tareas de la casa o celebraciones, tendrán muy poca oportunidad de escapar del inglés, y así, en una inmersión constante, aprenderán y se familiarizarán con el idioma. Hay que tener en cuenta que los niños aprenden de forma intuitiva cuando se relacionan con su entorno, y además, al ver que lo que están aprendiendo es útil y sirve para comunicarse, los chavales querrán seguir mejorando para lograr una comunicación más efectiva con los demás.
Es lógico que a muchos padres nos dé reparo mandar a nuestros hijos al extranjero cuando son jóvenes o pequeños. Pero hay que pensar que esta decisión les favorecerá muchísimo, porque fomentará su autonomía personal y emocional, y su autoestima. Estar lejos de casa por un tiempo les impulsará a valerse por sí mismos. Se sentirán como personas independientes, capaces de desenvolverse en un ambiente que no es el suyo, y terminarán desarrollando habilidades sociales que usarán a lo largo de toda su vida.
Unas vacaciones muy especiales: convivir con una nueva familia, otra cultura
Viajar, por ejemplo, a Washington DC, Maryland, Virginia, New Hampshire o Miami, y convivir con una nueva cultura, realizando actividades como salidas turísticas, visitas a museos, parques de atracciones, playas, en compañía de una familia nativa, supondrá para nuestros hijos toda una inmersión cultural muy enriquecedora. Los chavales podrán aprender un idioma, pero disfrutando además de la experiencia de compartir y adaptarse al estilo de vida de una familia anglófona. Al estar de vacaciones, además, olvidarán las presiones cotidianas de la escuela, estarán más relajados, conviviendo con la gente del lugar, descubriendo y adaptándose a nuevos hábitos y costumbres. Porque el aprendizaje de una lengua no es sólo aprender las palabras, es conocer su cultura y su gente que viven, piensan y se comportan de manera diferente.
Aspectos a tener en cuenta para contratar un programa de inmersión lingüística
A la hora de elegir dónde, cómo y con qué empresa contratar este tipo de programa de inmersión lingüística, hemos de tener en cuenta varios factores. Lo primero: que nos quede bien claro qué opciones y servicios incluye. En el precio que nos den, como mínimo, deben estar incluidos los vuelos de ida y vuelta, el transporte y los transfers en el destino y por supuesto el alojamiento en pensión completa con una familia americana. Será un valor añadido si además el programa incluye un seguimiento personalizado de las estancias, así como el acompañamiento de los chicos por una azafata, monitor desde España durante toda la estancia y coordinador local en contacto las 24 del día los siete días de la semana. Un detalle a considerar: es positivo que nos garanticen que durante las estancias se va a intentar minimizar la posibilidad de coincidir con hispanohablantes, para maximizar la inmersión idiomática.
Es importante que la empresa donde contratemos el programa nos asegure la máxima calidad y garantía. Hemos de pensar una cosa: la inversión va a merecer la pena, y además, cuando se trata de nuestros hijos, su desarrollo, seguridad y bienestar, no hay que escatimar en costes, porque muchas veces lo barato sale caro. Y como padres tenemos la responsabilidad de dejar en buenas manos a nuestros hijos. Valorad hasta qué punto estáis contratando una atención personalizada, ya que lo mejor será que os ofrezcan un programa de estancia en el extranjero en función de vuestras necesidades y recursos, pensando en las necesidades específicas de vuestros hijos, ya sean niños, adolescentes o estudiantes universitarios. Porque al final lo importante es que, durante estas vacaciones tan especiales, los chavales se sientan como en casa.